3.31.2005

la impronta

podra parecerles demasiado familiero, algo reaccionario, y les dirìa que me avisen si es muy fundamentalista, pero la impronta está ahi, aunque uno a veces reniegue de eso, o intente evitarlo, pero está.
Me sucede mucho cuando estoy ejerciendo la medicina, y tiene que ver con algunas actitudes que tengo para con los pacientes. Ayer alguien me dijo que le habian dicho que yo era muy buen médico, sobre todo porque era compasivo. Me sorprendió, y debo reconocer quer me emocionó bastante. Hace ya bastante tiempo acuñé una frase que dice : para ser buen médico hay que ser piadoso: no tratar de menos ni de más, tratar de no dañar, y dar confort. Pero, de donde viene la capacidad? enseguida pensé en mis viejos, en su larga presencia en lugares donde hacian falta (desde al lado de mi cama hasta Cáritas, desde los bomberos de Santa Teresita hasta los nacimientos de cada uno de sus nietos), sin importar horas, ni kilómetros, ni climas. Quizas ese reconocimiento inconciente, fugaz pero intenso me hizo emocionar aun más que lo que me habian dicho. No alcanzaría un blog, ni varios para agradecer lo que mis viejos me dieron: su vida puesta al servicio de los demas, desde los mas cercanos a los mas remotos, en silencio, sin grandilocuencias, sin publicidades, apenas como una tarea diaria y reconfortante, eso que te abriga, te da fuerzas, te llena el corazón. Esa es la impronta, la que me marca, la que me hace descubrir cada día que mas alla de malos humores ( a veces frecuentes cuando me despierto para ir a trabajar), no podria sentirme más feliz con mi vida; la impronta se trata de eso. Y aunque suene familiero, un poco reaccionario, o fundamentalista ( en estas épocas de derechas tan preocupadas por volver a los "valores"), no puedo sino sentirme en deuda, inmensa, con el legado de mis viejos, Cate y Pachin, la señorita Graciela y el Jefe de Agrupación Scout Dario, mis enormes padres.

1 Comments:

Blogger Javier de Martino said...

Que decir...

En parte, muchos de nosotros, tambien llevamos esa impronta. Una pequeña parte de ella.

Quien no recuerda aquellos fogones, aquellos sabados por la tarde en el campo-escuela con el Jefe (a quien hoy, 20 años despues, seguimos llamando asi, y seguimos saludandolo con la mano izquierda). Donde se aceptaba a todos, "cualquiera sea su raza, nacionalidad o clase social". Sin importar mas que sus ganas de vivir respetando a la naturaleza, y compartir tardes de amigos.

Y quien no recuerda aquellos años en la "Privada", donde nos enseñaron mas que matematicas, lengua, ciensas sociales y ciencias naturales. Algunos sacaron mas provecho que otros de esas enseñanzas...

Lo importante es que esa impronta tambien la llevamos parte de una generacion. Estemos donde estemos, hagamos lo que hagamos.

Muchas gracias por ello. A ambos, por formar parte de mi vida, y por haberla enriquecido.

Y, personalmente, creo que es de derechas intentar imponer los valores familiares por la fuerza. Nada tiene que ver con GANARSE ese respeto desde el cariño.

Un abrazo desde Palma.

2:39 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home