3.23.2006

primeras horas de la noche mas larga...

Al despertar, la ausencia del bullicio cotidiano de los chicos de la escuela que estaba al lado de mi casa me sorprendió. Mi mamá, directora de la escuela, preparaba el desayuno sin apuro, tan distinto a todas las otras mañanas, cuando corría de un lado para otro para vestirnos, darnos la leche, y dejarnos peinaditos antes de salir. Afuera era un gris dia de marzo, me parece recordar que soplaba el viento del mar, húmedo y frio. Algo raro estaba sucediendo, aunque yo no pudiera precisarlo, un ambiente distinto se respiraba en ese, mi pequeño mundo a pocas cuadras del mar, en la Santa Teresita de 1976...
Pregunté a mi mamá que estaba pasando. Me dijo algo así como que habia cambiado el gobierno, y que ahora un militar era presidente. No habia miedo en su voz.Tal vez un poco de ansiedad. Para mi los militares siempre habian estado relacionados con la guerra, con los desfiles, y no podia entender la magnitud del cambio, ni siquiera podia preveer como iba a cambiar en los próximos años mi vida ese acontecimiento tan lejano del mar, en un pais que apenas se acercaba a las playas durante el verano para vacacionar... Un mar que pasaria a ser protagonista del horror, de mis miedos nocturnos, de la verdad que cerraría el círculo 29 años despues...
Solo recuerdo ese momento del 24 de marzo del 76. Todo despues es mas confuso: noticias de secuestros lejos, muy lejos; militares pidiendo a mis viejos la lista de los alumnos de la escuela, y mis viejos poniendose firmes, negandoles la informacion; la biblioteca del colegio escondida en cajones en casa, mi avidez por la lectura recompensada con esos libros de historia, de mitologia, de novelas que ahora estaban ahi nomas, al alcance de la mano, y luego, de pronto ... los muertos.
No se muy bien cuando fue, pero un dia alcancé a escuchar la palabra "fiambre" en boca de mi viejo. Luego supe que eran cadaveres que aparecian en la costa, atados, sin manos, sin dientes, a veces mordisqueados por algun pez de ultramar. Supe tambien que eran cuerpos de "extremistas".
Poco despues empezaron mis pesadillas: una particularmente se repetia una y otra vez: en un campo, donde habia muchos corrales los "extremistas", con la colaboración de maestras de la escuela que eran tambien terroristas, nos tenian a todos encerrados, chicos y grandes. Me despertaba a la noche, sobresaltado, llorando en silencio, temiendo por nuestras vidas, por mi viejo que una y otra vez tenia que ir a al playa a recoger otro "fiambre"...
Por la noches, cuando mi mamá venía a saludarnos a la cama, yo me agarraba fuerte de su cuello y lloraba contenido, despacito: tenia miedo que al despertar uno de nosotros, o todos nosotros no estuvieramos ahi... Y por mas que mi vieja me preguntaba yo no podia decirle nada, me ahogaba en llanto y le decia "nada, ma, no pasa nada". El terror interior, que se replicaba a gran escala en el pais, marcaria mi vida por mucho tiempo...
Tardé mucho tiempo en comprender el verdadero sentido en que se dirigía la violencia: quizas es muy dificil para un niño reconocer que existía una maldad intrínseca en esos militares a los que uno habia visto desfilar, a los cuales se suponia, inspiraba gente como San Martin, o Belgrano. Debo reconocer que extremismo,o subversion eran términos mas facilmente asociados con los secuestros y las muertes, que militares, o Videla, o Massera... La vida me dio la revancha del cuestionamiento absoluto, del inconformismo de la lectura apasionada. La vida me dio padres jòvenes que supieron explicarme, a su tiempo lo que hoy es obvio. La vida me dio la posibilidad de crecer junto con un sentimiento de libertad que se hizo mas y mas fuerte a partir de 1982, cuando, estando en 7º grado, discutiamos, en esa gran pequeña escuela que fundaron mis viejos
sobre cuanto podian durar los "milicos" en el poder, despues de la guerra de Malvinas...
Hoy, a treinta años, un dolor, una emocion por momentos incontenible me interpelan desde el pasado, ajustan cuentas con mi memoria, me obligan a mantener vivo el recuerdo, a transmitir lo que se, lo que aprendí despues, a mis hijos ,y a los hijos de mis hijos, cuando lleguen, para que ninguno de ellos sienta miedo en otra noche, para que no necesiten del abrazo salvador para dormir,para que no lloren en silencio, con lágrimas contenidas, para que solo tengan sueños de amor y LIBERTAD...

2 Comments:

Blogger Bocio said...

Cuantas cosas pueden disparar una fecha como esta... Sos más chico que yo pero que grosso como te acordas. Los mios son mucho más infames, porque vengo de una familia con muchas FF.AA. y yo lo único que quería era que se rompiera la racha y por primera vez fuera elegido presidente el marino y no el general. Cuando crecí y me di cuenta de tantas cosas, me daba espanto yo mismo.

La manera en que te referís a ese supramiedo, y el rol que jugaron tus viejos me provocaron una mezcla de ternura, de admiración y de horror. Saludos.

10:50 p. m.  
Blogger alejovaz said...

gracias por leerlo... Pocas veces pude explicar tan claramente lo que me pasaba
Abrazos

2:28 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home